📝Un Maestro Sabio y su discípulo caminaban por un bosque cuando a lo lejos vieron una casa de madera. La casa tenía un aspecto miserable, decadente, sin cuidar. El Maestro decidió hacer una visita al lugar, en dicha casa vivía una familia muy pobre, vestían ropas sucias, andrajosas y no llevaban zapatos… El Maestro le preguntó al padre de familia que cómo lo hacían para sobrevivir en esas condiciones, el hombre le dijo: “Nosotros tenemos una vaquita, una vaca que nos da leche y con el poco dinero que ganamos con la venta de esa leche vamos sobreviviendo”

🐮El maestro y discípulo se despidieron y siguieron caminado, al cabo de un buen rato caminando, el Maestro le ordenó a su discípulo que regresara al lugar y matara a la vaca, el joven, espantado, no daba crédito a lo que oía y cuestionó muy mucho la orden de su Maestro, pues esa vaca era el medio de subsistencia de aquella familia. Sin saber si hacía bien o mal, obedeció al Maestro y fue a buscar a la vaca, la cogió, la llevó hasta un precipicio cercano y la arrojó al vacio, viéndola morir. Aquella escena se le quedó grabada al discípulo en su memoria durante mucho tiempo. Unos años después, movido por la culpa, el joven discípulo volvió a la casa para pedir perdón a la familia. Cuando llegó al lugar, lo vio todo muy cambiado, aquella casa ya no era una cabaña miserable sino una preciosa casa de ladrillos, con por un precioso huerto y jardín lleno de frutos y árboles frondosos, plantas y flores, además toda la familia llevaban bonitas ropas limpias y cuidadas.

🌈El alumno sorprendido le preguntó al padre de familia “¿Qué ha pasado aquí?” Y este le contó “Nosotros teníamos una vaca y un día, misteriosamente, sin saber ni cómo ni porqué, se cayó por el precipicio” Como vivíamos solamente de ella, tuvimos la necesidad de hacer otras cosas. No hubo más remedio que buscar otra opción de vida y poco a poco fuimos descubriendo habilidades que desconocíamos. Así que decidimos limpiar algo del terreno de la parte de atrás de la casa, conseguimos algunas semillas y decidimos sembrar vegetales y legumbres con los que pudiésemos alimentarnos. Después de algún tiempo comenzamos a vender algunos de los vegetales que sobraban y con este dinero compramos más semilla y comenzamos a vender nuestros vegetales en el puesto del mercado. Así pudimos tener dinero suficiente para comprar mejores vestimentas y arreglar nuestra casa. De esta manera, poco a poco, este año nos ha traído una vida nueva.

🎼El discípulo se fue de allí tranquilo viendo que la familia estaba mejor que la dejo. Al llegar junto al maestro le contó la historia de la familia. El maestro, permanecido en silencio, prestando atención al fascinante relato del discípulo, al terminar este, le pregunto “¿Tú crees que si esta familia aún tuviese su vaca, estaría hoy donde ahora se encuentran? "Seguramente no" respondió el discípulo. “ Ves!! Su vaca, fuera de ser su única posesión, era también la cadena que los mantenía atados a esa forma de vida"🌀